Retrato: Miguel Ventura, director de cine.

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Retrato: Miguel Ventura, director de cine.

Miguel Ventura Herrera es yucateco y siempre había querido hacer cine. Miguel pasaba su tiempo creando escenarios de cine, mirando la vida a través de una cámara ficticia, pero jamás se imaginó que cuando finalmente lograra hacer su primer cortometraje, "El Venado y la Niebla", ganaría el segundo premio en el festival de cine de Morelia, México, y que su película gustaría tanto. Una historia increíble que quizá Miguel filmará algún día!

Miguel, ¿cómo llegó a ti esta pasión por el cine?

Yo siempre tuve el cine en la mente; siempre supe que un día yo dirigiría una película, que yo había nacido para eso. A los 10 años hacía pequeños trabajos para ganar un poco de dinero, e iba a las salas múltiples de cine para ver tantas películas como fuese posible. Me gustaban todos los géneros de cine, pero me fascinaban particularmente las películas de Spielberg. Todo lo que yo hacía, mis tareas escolares, las obras de teatro de fin de año, estaba pensado y escrito en la forma de un escenario de película. Cuando iba al cine me fijaba en la película, pero también en la textura de la imagen, en sus detalles. Me parecía mágico que un haz de luz les diera vida a esos fragmentos de historias. Continuamente me preguntaba si yo también podría, un día, elaborar una de esas historias a partir de las ideas que se atropellaban sin cesar en mi mente.
Pero en Yucatán no hay ninguna escuela de cine, y yo no tenía en absoluto los medios económicos para ir a estudiar a otra parte ni para comprar una cámara. A los 18 años, atraído sobre todo por la textura de la foto, tomé cursos de fotografía en Bellas Artes durante dos años. Era la única forma que tenía de acercarme un poco al cine. Yo tenía sueños que no podía realizar, y el tiempo pasaba, así que comencé a trabajar en la pequeña empresa de un tío mientras me decía que el cine no era para mí, que sin dinero me era imposible lograr hacer la más simple película; era algo inaccesible, me sentía muy deprimido, y de pronto llegó la suerte y mi vida tomó otro rumbo.

¿Finalmente ibas a poder tomar un curso de cine?

Sí, la tía de una amiga a la que yo le había hablado de mi sueño de hacer cine y de la tristeza de deber renunciar a él por falta de medios económicos, había visto un día un anuncio en el periódico sobre un curso de cine de algunos  meses de duración en la Universidad de San Agustín, en Mérida. Un joven director de cine de México, Roberto Sánchez de Coria, había  decidido venir a instalarse en Mérida y le había propuesto a la Universidad Mesoamericana de San Agustín (UMSA) impartir un taller de cine; la inscripción costaba $9,000.00. Yo no tenía el dinero, pero, increíblemente, voy por casualidad con aquella amiga y su tía a un casino de la zona libre de Belice, juego y ¡gano 8,000.00 pesos! Ya puedo entonces asistir al curso, y finalmente comienzo a aprender cómo se hace una película. Roberto es un muy buen profesor, y la universidad pone a nuestra disposición el material necesario para realizar un cortometraje al final del curso.
Así comenzó la gran aventura de filmar este primer cortometraje, la cual duraría tres años. Este periodo estuvo lleno de todo tipo de dificultades, entre ellas la falta de dinero y la muerte de Roberto de Coria, quien era el director de fotografía del filme y me había apoyado tanto en el proyecto, en un accidente automovilístico. De hecho la película está dedicada a él.

¿Cómo elegiste el tema de la película?

Yo soy de Mérida, y siempre me ha atraído el lado mágico de la cultura maya, sus leyendas. Mi padre era guía de turistas, y cuando yo era niño él me hablaba de los ritos mayas, me contaba leyendas mayas. Además yo quería filmar algo que fuera parte de mi identidad, de mi cultura, así que se impuso la idea de representar una leyenda maya, y de filmarla en lengua maya. El nombre de la pelicula en maya es "Pujá yetel keéj".

¿Cómo lograste encontrar actores que hablan maya, y reproducir ese ambiente?

Alguien me habló de un grupo de actores de Oxcutzcab que hacía pequeñas representaciones teatrales en maya, en los pueblos, para sensibilizar a la gente acerca de algunos problemas sociales. Ellos aceptaron actuar en la película, y todos sabían hablar en maya, excepto el actor principal, que representa a Martín, y la actriz que tiene el papel de su mujer, pero sus padres los ayudaron a aprender sus diálogos. La hacienda Ochil fue el sitio en donde se reprodujo el ambiente del pueblo maya.

La leyenda que se aborda en la película refiere que cuando un cazador encuentra una piedra en el vientre de un venado ésta le dará suerte para cazar. ¿Tuviste que matar venados para filmar la película?

No, para nada. Compré carneros ya sacrificados. Les rasuramos el cuerpo y usamos lodo para darles el color y la textura de la piel del venado; por otra parte eso nos costó mucho trabajo porque el pelo del carnero es muy duro. Para las tomas de las imágenes de los venados tuve la suerte de conocer a Gilbert Tzek, en Ticul, quien cría venados y tuvo la amabilidad de permitirme filmarlos en su propiedad.

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¿De manera que la película está finalmente terminada después de tres años y muchas peripecias, y en octubre de 2010 la envías al festival internacional de cine de Morelia?

Sí, se presentó allá y ganó el segundo premio en la categoría de cortometrajes, el premio "Estudio 5 de mayo". Además resultó preseleccionada para su posible participación en diversos festivales internacionales en Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Ése fue un momento extraordinario, yo no lo podía creer: participar en el festival de cine más prestigioso de México, que mi película gustara y resultase premiada, y cruzarse sobre la alfombra roja, o en las fiestas que se llevaban a cabo cada noche, con Quentin Tarantino, Javier Bardem, Alejandro González Iñárritu, Terry Gilliam, o bien con Diego Luna y Gael García, ¡wow!

Y ahora, ¿qué proyectos tienes?

"El Venado y la Niebla", que se filmó en condiciones precarias debido a la falta de recursos financieros, se va a pasar a un formato de alta definición gracias al apoyo de Cultur Yucatán y de su director, Jorge Esma Bazán. También, estoy invitado a participar en el festival de cine de Guadalajara, a fines del mes de marzo, y estoy preparando dos escenarios para cortometrajes. Quisiera encontrar apoyo, por ejemplo una beca, para poder perfeccionarme y hacer otros cortometrajes y, ¿quién sabe?, quizá lanzarme a realizar un largometraje.

Gracias por esta entrevista Miguel, y felicidades. "El Venado y la Niebla" nos ha permitido sumergirnos durante 35 minutos en una atmósfera llena de magia y de emociones.
El talento, el ingenio y la perseverancia le han permitido a Miguel Ventura realizar este su primer cortometraje. Miguel ha mostrado su valor y necesita todos los consejos que se le puedan dar para ayudarlo a continuar en este camino. Todas las personas que lo pudieran orientar lo pueden contactar por medio de su correo electrónico: hunacpo@hotmail.com

(Articulo: Martine Bordi, marzo de 2011).

Estan invitados a venir a ver "El Venado y la Niebla" en el próximo Quoi de Neuf, sabado 2 de abril, en la hacienda San José Chakán. Miguel Ventura estará presente y responderá sus preguntas después de la proyección de su cortometraje.
Buffet de platillos regionales, exposición de fotos, música con DJ. Entrada: $150.00. Los refrescos están incluidos y pueden traer sus vinos y aperitivos.
Reservación y venta de los boletos : quoideneuf_merida@live.com.mx antes del miercoles 30 de marzo.
Hacienda San José Chakán: Carretera a Ixil 1.5 km. Chicxulub Pueblo.

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